Historia de Poetas

Pablo Neruda

Pablo Neruda


(Seudónimo de Neftalí Ricardo Reyes Basoalto; Parral, Chile, 1904 - Santiago de Chile, 1973) Poeta chileno, premio Nobel de Literatura en 1971 y una de las máximas figuras de la lírica hispanoamericana del siglo XX. A la juventud de Pablo Neruda pertenece el que es acaso el libro más leído de la historia de la poesía: de Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924), escrito a los veinte años, se habían editado dos millones de ejemplares a la muerte de su autor.
Del amor apasionado y cálidamente humano de los Veinte poemas, con resabios modernistas pero plenamente original en sus brillantes imágenes, pasaría Neruda a expresar con la fuerza de un surrealismo personal el sinsentido del hombre y del cosmos en Residencia en la tierra (1933-1935), para construir una nueva fe desde el compromiso político en la épica del Canto general (1950) e inclinarse finalmente por la sencillez temática y expresiva de las Odas elementales (1954-1957). Siempre receptivo a las innovaciones estéticas, su copiosísima producción, que incluye multitud de libros además de los citados, reflejó las sucesivas tendencias en el devenir de la lírica en lengua española y ejerció una fuerte influencia en poetas de todo signo.

BIOGRAFÍA

Nacido el 12 de julio de 1904 en Parral, en la región chilena de Maule, la madre del poeta murió sólo un mes más tarde de que naciera él, momento en que su padre, un empleado ferroviario, se instaló en Temuco, donde el joven Pablo Neruda cursó sus primeros estudios y conoció a Gabriela Mistral. Comenzó muy pronto a escribir poesía, y en 1921 publicó La canción de la fiesta, su primer poema, con el seudónimo de Pablo Neruda (en homenaje al poeta checo Jan Neruda), nombre que mantuvo a partir de entonces y que legalizaría en 1946.

También en Temuco comenzó a trabajar en un periódico, hasta que a los dieciséis años se trasladó a Santiago para cursar estudios de profesor de francés. Allí se incorporó como redactor a la revista Claridad, en la que aparecieron poemas suyos. Tras publicar algunos libros de poesía, en 1924 alcanzó fama internacional con Veinte poemas de amor y una canción desesperada, obra que, junto con Tentativa del hombre infinito, distingue la primera etapa de su producción poética, señalada por la transición del modernismo a formas vanguardistas influidas por el creacionismo de Vicente Huidobro.

Neruda con Matilde Urrutia
y en la entrega del Nobel (1971)


Los problemas económicos indujeron a Pablo Neruda a emprender, en 1926, la carrera consular que lo llevó a residir en Birmania, Ceilán, Java, Singapur y, entre 1934 y 1938, en España, donde se relacionó con Federico García Lorca, Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Gerardo Diego, Miguel Hernández y otros componentes de la llamada Generación del 27, y fundó la revista Caballo Verde para la Poesía. Desde su primer manifiesto tomó partido por una «poesía sin pureza» y próxima a la realidad inmediata, en consonancia con su toma de conciencia social. En tal sentido, Neruda apoyó a los republicanos al estallar la Guerra Civil española (preludio de la Segunda Guerra Mundial) y escribió España en el corazón (1937).

Previamente, sin embargo, sus poemas habían experimentado una transición hacia formas herméticas y hacia un tono más sombrío al reflejar el paso del tiempo, el caos y la muerte en la realidad cotidiana, temas dominantes en otro de sus libros imprescindibles, Residencia en la tierra, publicado en dos partes en 1933 y 1935 y que constituye el eje de su segunda etapa. Imágenes originalísimas y audaces de raigambre surrealista expresan en esta obra una visión profundamente desolada del ser humano, extraviado en un mundo caótico e incomprensible.

De regreso en Chile, en 1939 Neruda ingresó en el Partido Comunista y su obra experimentó un giro hacia la militancia política. Esta tercera etapa, que tuvo su preludio en España en el corazón (1937), culminaría con la exaltación de los mitos americanos de su Canto general (1950). En 1945 fue el primer poeta en ser galardonado con el Premio Nacional de Literatura de Chile. Al mismo tiempo, desde su escaño de senador, Pablo Neruda utilizó su oratoria para denunciar los abusos y las desigualdades del sistema. Tal actitud provocó la persecución gubernamental y su posterior exilio en Argentina.
De allí pasó a México, y más tarde viajó por la URSS, China y los países de la Europa del Este. Tras este viaje, durante el cual Neruda escribió poemas laudatorios y propagandísticos y recibió el Premio Lenin de la Paz, volvió a Chile. A partir de entonces, la poesía de Pablo Neruda inició una nueva etapa en la que la simplicidad formal se correspondió con una gran intensidad lírica y un tono general de serenidad; el mismo título de una obra central de este periodo, Odas elementales (1954-1957), caracteriza los versos de aquellos años. En 1956 se separó de su segunda esposa, Delia del Carril, para unirse a Matilde Urrutia, que acompañaría al poeta hasta el final de sus días.

Su prestigio internacional fue reconocido en 1971, año en que se le concedió el premio Nobel de Literatura. El año anterior Pablo Neruda había renunciado a la candidatura presidencial en favor de Salvador Allende, quien lo nombró poco después embajador en París. Dos años más tarde, ya gravemente enfermo, regresó a Chile. Falleció en Santiago el 23 de septiembre de 1973, profundamente afectado por el golpe de estado del general Augusto Pinochet, que doce días antes había derrocado a Salvador Allende. De publicación póstuma es la autobiografía Confieso que he vivido.

Gustavo Adolfo Bécquer

Gustavo Adolfo Bécquer

(Gustavo Adolfo Domínguez Bastida; Sevilla, 1836 - Madrid, 1870) Poeta español. Junto con Rosalía de Castro, es el máximo representante de la poesía posromántica, tendencia que tuvo como rasgos distintivos la temática intimista y una aparente sencillez expresiva, alejada de la retórica vehemencia del romanticismo.

Gustavo Adolfo Bécquer (detalle de un retrato realizado por su hermano Valeriano, c. 1862)

La obra de Bécquer ejerció un fuerte influjo en figuras posteriores como Rubén Darío, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez y los poetas de la generación del 27, y la crítica lo juzga el iniciador de la poesía española contemporánea. Pero más que un gran nombre de la historia literaria, Bécquer es sobre todo un poeta vivo, popular en todos los sentidos de la palabra, cuyos versos, de conmovida voz y alada belleza, han gozado y siguen gozando de la predilección de millones de lectores. 

BIOGRAFÍA

Hijo y hermano de pintores, quedó huérfano a los diez años y vivió su infancia y su adolescencia en Sevilla, donde estudió humanidades y pintura. En 1854 se trasladó a Madrid, con la intención de hacer carrera literaria. Sin embargo, el éxito no le sonrió; su ambicioso proyecto de escribir una Historia de los templos de España fue un fracaso, y sólo consiguió publicar un tomo, años más tarde. Para poder vivir hubo de dedicarse al periodismo y hacer adaptaciones de obras de teatro extranjero, principalmente del francés, en colaboración con su amigo Luis García Luna, adoptando ambos el seudónimo de «Adolfo García».

Durante una estancia en Sevilla en 1858, estuvo nueve meses en cama a causa de una enfermedad; probablemente se trataba de tuberculosis, aunque algunos biográfos se decantan por la sífilis. Durante la convalecencia, en la que fue cuidado por su hermano Valeriano, publicó su primera leyenda, El caudillo de las manos rojas, y conoció a Julia Espín, según ciertos críticos la musa de algunas de sus Rimas, aunque durante mucho tiempo se creyó erróneamente que se trataba de Elisa Guillén, con quien el poeta habría mantenido relaciones hasta que ella lo abandonó en 1860, y que habría inspirado las composiciones más amargas del poeta.

En 1861 contrajo matrimonio con Casta Esteban, hija de un médico, con la que tuvo tres hijos. El matrimonio nunca fue feliz, y el poeta se refugió en su trabajo o en la compañía de su hermano Valeriano, en las escapadas de éste a Toledo para pintar. La etapa más fructífera de su carrera fue de 1861 a 1865, años en los que compuso la mayor parte de sus Leyendas, escribió crónicas periodísticas y redactó las Cartas literarias a una mujer, donde expone sus teorías sobre la poesía y el amor. Una temporada que pasó en el monasterio de Veruela en 1864 le inspiró Cartas desde mi celda, un conjunto de hermosas descripciones paisajísticas.

Económicamente las cosas mejoraron para el poeta a partir de 1866, año en que obtuvo el empleo de censor oficial de novelas, lo cual le permitió dejar sus crónicas periodísticas y concentrarse en sus Leyendas y sus Rimas, publicadas en parte en el semanario El museo universal. Pero con la revolución de 1868, el poeta perdió su trabajo, y su esposa lo abandonó ese mismo año.

Se trasladó entonces a Toledo con su hermano Valeriano, y allí acabó de reconstruir el manuscrito de las Rimas, cuyo primer original había desaparecido cuando su casa fue saqueada durante la revolución septembrina. De nuevo en Madrid, fue nombrado director de la revista La Ilustración de Madrid, en la que también trabajó su hermano como dibujante. El fallecimiento de éste, en septiembre de 1870, deprimió extraordinariamente al poeta, quien, presintiendo su propia muerte, entregó a su amigo Narciso Campillo sus originales para que se hiciese cargo de ellos tras su óbito, que ocurriría tres meses después del de Valeriano.

La obra de Gustavo Adolfo Bécquer

La inmensa fama literaria de Bécquer se basa en sus Rimas, que iniciaron la corriente romántica de poesía intimista inspirada en Heine y opuesta a la retórica y ampulosidad de los poetas románticos anteriores. La crítica literaria del momento, sin embargo, no acogió bien sus poemas, aunque su fama no dejaría de crecer en los años siguientes.

Las Rimas, tal y como han llegado hasta nosotros, suman un total de ochenta y seis composiciones. De ellas, setenta y seis se publicaron por vez primera en 1871 a cargo de los amigos del poeta, que introdujeron algunas correcciones en el texto, suprimieron algunos poemas y alteraron el orden del manuscrito original (el llamado Libro de los gorriones, hoy custodiado en la Biblioteca Nacional de Madrid).

El contenido de las rimas ha sido dividido en cuatro grupos: el primero (rimas I a XI) es una reflexión sobre la poesía y la creación literaria; el segundo (XII a XXIX), trata del amor y de sus efectos en el alma del poeta; en los poemas del tercer grupo (XXX a LI) predominan el desamor y el desengaño; y los del cuarto (LII a LXXXVI) muestran al poeta enfrentado a la muerte, decepcionado del amor y del mundo. Las Rimas se presentan habitualmente precedidas de la "Introducción sinfónica" que, probablemente, Bécquer preparó como prólogo a toda su obra.

Su prosa destaca, al igual que su poesía, por la gran musicalidad y la sencillez de la expresión, cargada de sensibilidad; siguiendo los pasos de E.T.A. Hoffmann y Edgar Allan Poe, sus Leyendas recrean ambientes fantásticos y envueltos en una atmósfera sobrenatural y misteriosa. Destacan por ese ambiente de irrealidad, de misterio, situado siempre sobre un plano real que deforma y desbarata. Así, en La Corza blanca, donde la protagonista se transforma de noche en el citado animal; o en El monte de las ánimas, en la que el mismo escenario de un paseo amoroso se transforma en el campo del horror fantasmal y en la que el terror llega hasta la alcoba mejor defendida y adornada; o, por fin, en Los ojos verdes y, sobre todo, El rayo de luna, donde lo irreal, enfrentado a la realidad, hace optar a los protagonistas por el sueño, por la locura en la que quieren vivir lo que la realidad les niega. Son logradas las descripciones de ambientes: el barullo de la entrada en la catedral en Maese Pérez, el organista, el silencio del claustro en El rayo de luna o las procesiones fantasmales de La ajorca de oro y El Miserere.

Federico García Lorca.

Federico García Lorca. 


BIOGRAFÍA


Federico García Lorca (Fuentevaqueros, 5 de junio de 1898 – camino Víznar a Alfacar, 1936). Poeta y dramaturgo español, adscrito a la generación del 27.

Desde pequeño entra en contacto con las artes a través de la música y el dibujo. En 1915 comienza a estudiar Filosofía y Letras, así como Derecho, en la Universidad de Granada. Forma parte de El Rinconcillo, centro de reunión de los artistas granadinos donde conoce a Manuel de Falla. Entre 1916 y 1917 realiza una serie de viajes por España con sus compañeros de estudios, conociendo a Antonio Machado y que inspiran su primer libro Impresiones y paisajes (1918). En 1919 se traslada a Madrid y se instala en la Residencia de Estudiantes, coincidiendo con numerosos literatos e intelectuales. Allí, empieza a florecer su actividad literaria con la publicación de obras como Libro de poemas (1921) o El maleficio de la mariposa (1920).

Junto a un grupo de intelectuales granadinos funda en 1928 la revista Gallo, de la que sólo salen 2 ejemplares. En 1929 viaja a Nueva York, plasmando este viaje en Poeta en Nueva York, que se publicaría ya fallecido el autor en 1940. Dos años después funda el grupo teatral universitario La Barraca, para acercar el teatro al pueblo mediante obras del Siglo de Oro.

Otro viaje a Buenos Aires en 1933 hace crecer más su popularidad con el estreno de Bodas de Sangre y a su vuelta a España un año después sigue publicando diversas obras como Yerma o La casa de Bernarda Alba (1936) hasta que en 1936, en su regreso a Granada es detenido y fusilado por sus ideas liberales.

Escribe tanto poesía como teatro, si bien en los últimos años se vuelca más en este último, participando no sólo en su creación sino también en la escenificación y el montaje. En sus primeros libros de poesía se muestra más bien modernista, siguiendo la estela de Antonio Machado, Rubén Darío y Salvador Rueda. En una segunda etapa aúna el Modernismo con la Vanguardia, partiendo de una base tradicional.

En cuanto a su labor teatral, Lorca emplea rasgos líricos, míticos y simbólicos, y recurre tanto a la canción popular como a la desmesura calderoniana o al teatro de títeres. En su teatro lo visual es tan importante como lo lingüístico, y predomina siempre el dramatismo.

En la actualidad Federico García Lorca es el poeta español más leído de todos los tiempos y el 11 de noviembre de 2008 la Biblioteca del Instituto Cervantes de Tokio es inaugurada con el nombre de Federico García Lorca.

César Vallejo

César Vallejo


BIOGRAFÍA


(Santiago de Chuco, 1892 - París, 1938) Poeta peruano, una de las grandes figuras de la lírica hispanoamericana del siglo XX. En el desarrollo de la poesía posterior al Modernismo, la obra de César Vallejo posee la misma relevancia que la del chileno Pablo Neruda o el mexicano Octavio Paz. Si bien su evolución fue similar a la del chileno y siguió en parte los derroteros estéticos de las primeras décadas del siglo XX (pues arrancó del declinante Modernismo para transitar por la vanguardia y la literatura comprometida), todo en su obra es original y personalísimo, y de una altura expresiva raras veces alcanzada: sus versos retienen la impronta de su personalidad torturada y de su exacerbada sensibilidad ante el dolor propio y colectivo, que en sus últimos libros se transmuta en un sentimiento de solidaridad como respuesta a sus profundas inquietudes metafísicas, religiosas y sociales.
De origen mestizo y provinciano, su familia pensó en dedicarlo al sacerdocio: era el menor de los once hermanos; este propósito familiar, acogido por él con ilusión en su infancia, explica la presencia en su poesía de abundante vocabulario bíblico y litúrgico, y no deja de tener relación con la obsesión del poeta ante el problema de la vida y de la muerte, que tiene un indudable fondo religioso. Vallejo cursó estudios de segunda enseñanza en el Colegio de San Nicolás (Huamachuco). En 1915, después de obtener el título de bachiller en letras, inició estudios de Filosofía y Letras en la Universidad de Trujillo y de Derecho en la Universidad de San Marcos (Lima), pero abandonó sus estudios para instalarse como maestro en Trujillo.

En 1918 César Vallejo publicó su primer poemario: Los heraldos negros, en el que son patentes las influencias modernistas, sobre todo de Rubén Darío (a quien siempre admiró) y de Julio Herrera y Reissig. Esta obra contiene, además, algún augurio de lo que será una constante en su obra: la solidaridad del poeta con los sufrimientos de los hombres, que se transforma en un grito de rebelión contra la sociedad. Acusado injustamente de robo e incendio durante una revuelta popular (1920), César Vallejo pasó tres meses y medio en la cárcel, durante los cuales escribió otra de sus obras maestras, Trilce (1922), un poemario vanguardista que supone la ruptura definitiva con el Modernismo.

En 1923, tras publicar las estampas y cuentos de Escalas melografiadas y la novela corta Fabla salvaje, César Vallejo marchó a París, donde conoció a Juan Gris y Vicente Huidobro, y fundó la revista Favorables París Poema (1926). En 1928 y 1929 visitó Moscú y conoció a Vladimir Maiakovski, y en 1930 viajó a España, donde apareció la segunda edición de Trilce. De 1931, año de un nuevo viaje a Rusia, son El tungsteno, novela social que denuncia la explotación minera de los indígenas peruanos, y Paco Yunque, cuento protagonizado por el niño del título, que padece los abusos de un alumno rico tras su ingreso en la escuela. En 1932 escribió la obra de teatro Lock-out y se afilió al Partido Comunista Español. Ese mismo año regresó a París, donde vivió en la clandestinidad, y donde, tras estallar la guerra civil española, reunió fondos para la causa republicana.

Entre sus otros escritos destaca la obra de teatro Moscú contra Moscú, titulada posteriormente Entre las dos orillas corre el río. Póstumamente aparecieron Poemas humanos (1939) y España, aparta de mí este cáliz (1940), conmovedora visión de la guerra de España y expresión de su madurez poética. Contra el secreto profesional y El arte y la revolución, escritos en 1930-1932, aparecieron en 1973.
La poesía de César Vallejo

Pese a que la trayectoria de César Vallejo parece seguir el devenir de la lírica hispana (del Modernismo a las vanguardias y del experimentalismo vanguardista hacia una poesía humana y comprometida), su quehacer poético se caracteriza por una permanente inquietud renovadora y una firme independencia en medio de las influencias del momento. Ideológicamente conservó dentro del marxismo una postura muy personal, compatible con sus preocupaciones religiosas y estéticas; rechazó el dogmatismo y la reducción de la literatura a finalidades proselitistas, viendo en el ideario marxista una senda de justicia y liberación del hombre, pero nunca una solución a las grandes cuestiones metafísicas.

Más decisiva para la configuración de su obra resulta su singular personalidad, dominada por un rasgo sumamente relevante: su acentuada sensibilidad ante el dolor, tanto para el dolor propio (fue un hombre vulnerable y torturado) como para el de los demás. Cuatro grandes poemarios (los dos últimos publicados conjuntamente tras su muerte) componen su obra lírica. Si bien debe aún bastante al Modernismo, Los heraldos negros (1918) se inserta ya en la superación de aquel movimiento. Frente a los oropeles modernistas, el estilo tiende hacia un lenguaje más sencillo, a menudo conversacional o incluso coloquial, y siempre hondísimo. Por su temática, parte de sus composiciones arraiga en la realidad americana, sentida desde su sangre indígena; pero junto a ello conviven otros muchos poemas dedicados a las realidades inmediatas: su casa, su familia...

Una profunda tristeza empaña muchas de sus composiciones ya desde el arranque de la obra, que se inicia con el poema que da título al libro, "Los heraldos negros". El alejamiento del Modernismo en ésta y en otras composiciones es patente. Frente a la belleza y perfección formal y la sensualidad y colorido de la imaginería modernista, se adopta un discurso casi coloquial, todo él emoción y desgarrada incertidumbre: "Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!". En lo que casi parece desnuda prosa se engarzan unas pocas imágenes de ascendencia religiosa: las duras experiencias por las que todo ser humano acaba pasando alguna vez son "Golpes como del odio de Dios"; tales golpes son como "los heraldos negros que nos manda la Muerte", y dejan marcado al hombre, "¡Pobre... pobre!", que al final "vuelve los ojos, y todo lo vivido / se empoza, como charco de culpa, en la mirada."

César Vallejo (Niza, 1929)

Más radical es la novedad de su segundo libro: Trilce (1922), uno de los títulos claves de la poesía de vanguardia. Vallejo adopta el verso libre y rompe violentamente con las formas tradicionales, con la lógica, con la sintaxis; crea incluso palabras nuevas, como la que da título a la obra. Algunos poemas son experimentos difícilmente comprensibles, pero en otros tal extremismo verbal se halla al servicio del choque emotivo. Es el caso de aquellas composiciones que sirven de vehículo a un recuerdo infantil o a un sentir amoroso; también hay otra vetas de emoción: la pasión erótica, la angustia de la cárcel, la opresión del paso del tiempo o la muerte. Juzgada actualmente como una de las mejores realizaciones del vanguardismo literario, la obra tardaría algunos años en ser comprendida; en 1930 fue de nuevo publicada en España con un prólogo entusiasta de José Bergamín. Entretanto, Vallejo había iniciado un nuevo libro de poemas que se publicaría tras su muerte, en 1939: Poemas humanos. Es su obra cumbre, y uno de los libros más impresionantes jamás escritos sobre el dolor humano. Vallejo trasciende lo personal para cantar temas generales, colectivos, reuniendo la intimidad lírica con la conciencia común, en una actitud de unión con el resto de los hombres y el mundo. El dolor sigue siendo el centro de su poesía, pero ahora, junto a sus torturadas confesiones, hallamos el testimonio constante de los sufrimientos de los demás; la conciencia del dolor humano desemboca en un sentimiento de solidaridad, y la inquietud social inspira la mayor parte de sus versos. Pero su vigilante conciencia artística le impide caer en la facilidad. El lenguaje del libro sigue siendo audaz (aunque menos que en Trilce): perviven las distorsiones sintácticas, las imágenes insólitas y la combinación incoherente (en apariencia) de frases heterogéneas. Ello no impide percibir con inusitada intensidad el sentido global de cada poema. A ello contribuye, por otra parte, el constante empleo de un registro coloquial, aunque sabiamente elaborado y magistralmente combinado con las expresiones ilógicas y metafóricas. Sin entregarse a radicales experimentaciones lingüísticas, Vallejo introduce una tonalidad nueva y original en su estilo: el ritmo y la organización de los materiales del poema pasan a un primer plano; sus composiciones se hacen más largas, más ricas en visualidad, y adoptan en ocasiones una irónica amplitud casi retórica. Sirva de ejemplo el poema que empieza "Considerando en frío, imparcialmente": la composición se construye sobre el esquema de una fría sentencia judicial que pretende examinar la condición humana de manera objetiva, llegando a afirmar que el hombre "me es, en suma, indiferente". Tales expresiones no hacen sino poner más de relieve el sentimiento solidario que, pudorosamente ocultado bajo ese formulismo, se desborda al final. Durante la guerra civil española, Vallejo compuso España, aparta de mi este cáliz, que se publicó junto a Poemas humanos. Es un magno poemario en que Vallejo canta al pueblo en lucha, a las tierras recorridas por la contienda, y en que da salida a su amor por España y a su esperanza; al absurdo de la guerra y la deshumanización del mundo moderno opone una vívida fraternidad. Su altura poética no es menor que la de Poemas humanos. Su visión de la guerra española, en que la ideología política desaparece tras la inmediatez del sentir, no carece en ciertos momentos de un profetismo cósmico afín al de Walt Whitman. Pero incluso esta grandeza de voz vaticinadora cede a la habitual preponderancia de la pura experiencia inmediata, como en el poema dedicado a la muerte del camarada Pedro Rojas, a quien le encontraron "en la chaqueta una cuchara muerta". En poemas como "Masa" la expresión, al igual que en la mayor parte del libro, es relativamente sencilla, pero la estructura del poema, perfectamente meditada, es de máxima eficacia: ante un fallecido en la guerra, acude un hombre suplicándole que no muera, "Pero el cadáver, ¡ay!, siguió muriendo." Acuden después "veinte, cien, mil, quinientos mil" y luego "millones de individuos" con el mismo ruego y con el mismo resultado, expresado en el estribillo antes citado. La visión final es impresionante: sólo cuando todos los hombres de la Tierra rodean al cadáver, éste se incorpora, abraza al primer hombre y se echa a andar. La estimación de la obra vallejiana no ha cesado de crecer con los años; su influencia se dejaría sentir en las siguientes generaciones, tanto en las inclinadas a la temática social como a la experimentación vanguardista, y actualmente es ya valorado, con toda justicia, como un clásico de la literatura hispánica. Por otra parte, su alianza de contenidos humanísimos y de rigor artístico en el lenguaje ha convertido a César Vallejo en el ejemplo que, en los debates literarios, deja superada la superficial antinomia entre responsabilidades cívicas y exigencias estéticas; ambas quedan armónica e indisolublemente unidas en la obra de uno de los más grandes poetas del siglo XX.

Antonio Machado.

Antonio Machado. 


BIOGRAFÍA


Antonio Cipriano José María Machado Ruiz. (Sevilla, 26 de julio de 1875 - Colliure, Francia, 22 de febrero de 1939). Poeta, dramaturgo y narrador español, poeta emblemático de la Generación del 98.

Realiza sus estudios en la Institución Libre de Enseñanza y posteriormente completa sus estudios en los institutos San Isidro y Cardenal Cisneros. Realiza varios viajes a París, donde conoce a Rubén Darío y trabaja unos meses para la editorial Garnier.

En Madrid participa del mundo literario y teatral, formando parte de la compañía teatral de María Guerrero y Fernando Díaz de Mendoza. En 1907 obtiene la cátedra de Francés en Soria. Tras un viaje a París con una beca de la Junta de Ampliación de Estudios para estudiar filosofía con Bergson y Bédier, fallece su mujer - con la lleva casado tres años - y este hecho le afecta profundamente. Pide el traslado a Baeza, donde continúa impartiendo francés entre 1912 y 1919, y posteriormente se traslada a Segovia buscando la cercanía de Madrid, destino al que llega en 1932. Durante los años que pasa en Segovia colabora en la universidad popular fundada en dicha ciudad.

En 1927 ingresa en la Real Academia y un año después conoce a la poetisa Pilar de Valderrama, la "Guiomar" de sus poemas, con la que mantiene relaciones secretas durante años.

Durante los años veinte y treinta escribe teatro en colaboración con su hermano Manuel. En la Guerra Civil Machado no permanece en Madrid ya que es evacuado a Valencia en noviembre de 1936. Al poco tiempo se traslada a Rocafort donde permanece hasta abril de 1938. Participa en las publicaciones republicanas y hace campaña literaria. Colabora en Hora de España y asiste al Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura. En 1939 marcha a Barcelona, desde donde cruza los Pirineos hasta Colliure. Allí fallece al poco tiempo de su llegada.

En la evolución poética de Antonio Machado destacan tres aspectos: el entorno intelectual de sus primeros años, marcado primero por la figura de su padre, estudioso del folclore andaluz, y después por el espíritu de la Institución Libre de Enseñanza; la influencia de sus lecturas filosóficas, entre las que son destacables las de Bergson y Unamuno; y, en tercer lugar, su reflexión sobre la España de su tiempo. La poética de Rubén Darío, aunque más acusada en los primeros años, es una influencia constante.

El teatro escrito por los hermanos Machado está marcado por su poética y no permanece en los límites del teatro comercial del momento. Sus obras teatrales se escriben y estrenan entre 1926 ( Desdichas de la fortuna o Julianillo Valcárcel) y 1932 ( La duquesa de Benamejí) y consta de otras cinco obras, además de las dos citadas. Son Juan de Mañara (1927), Las adelfas (1928), La Lola se va a los puertos (1929), La prima Fernanda (1931) - escritas todas en verso - y El hombre que murió en la guerra, escrita en prosa y no estrenada hasta 1941. Además, los hermanos Machado adaptan para la escena comedias de Lope de Vega como El perro del hortelano o La niña de Plata, así como Hernani de Víctor Hugo.

Rubén Darío.

Rubén Darío. 
BIOGRAFÍA


Rubén Darío. (Metapa, República de Nicaragua, 18 de enero de 1867 - León, República de Nicaragua, 6 de febrero de 1916). Poeta, periodista y diplomático, está considerado como el máximo representante del modernismo literario en lengua española.

Su nombre completo es Félix Rubén García Sarmiento. Su familia paterna era conocida como los Daríos, y por ello adopta apellidarse Darío.

Cursa estudios elementales en León (Nicaragua). De formación humanística, es un lector y escritor precoz. En sus poemas juveniles, publicados en un periódico local, se muestra muy independiente y progresista, defendiendo la libertad, la justicia y la democracia. Con 14 años empieza su actividad periodística en varios periódicos nicaragüenses.

A los 15 años viaja a El Salvador y es acogido bajo la protección del presidente de la república Rafael Zaldívar a instancias del poeta guatemalteco Joaquín Méndez Bonet, secretario del presidente. En esta época conoce al poeta salvadoreño Francisco Gavidia, gran conocedor de la poesía francesa, bajo cuyos auspicios intentó por primera vez adaptar el verso alejandrino francés a la métrica castellana, rasgo distintivo tanto de la obra de Rubén Darío como de toda la poesía modernista.

De vuelta en Nicaragua, en 1883, se afinca en Managua donde colabora con diferentes periódicos, y en 1886, con 19 años, decide trasladarse a Chile, en donde pasa tres años trabajando como periodista y colaborando en diarios y revistas como «La Época» y «La Libertad Electoral» (de Santiago) y «El Heraldo» (de Valparaíso). Aquí conoce a Pedro Balmaceda Toro, escritor e hijo del presidente del gobierno de Chile, quien le introduce en los principales círculos literarios, políticos y sociales del país, y le ayuda a publicar su primer libro de poemas «Abrojos» (1887) animándole a presentarse a varios certámenes literarios. En Chile amplía sus conocimientos literarios con lecturas que influyen mucho en su trayectoria poética como los románticos españoles y los poetas franceses del siglo XIX.

En 1888 publica en Valparaíso el poemario «Azul», considerada como el punto de partida del Modernismo. Esta fama le permite obtener el puesto de corresponsal del diario «La Nación» de Buenos Aires.

Entre 1889 y 1893 vive en varios países de Centroamérica ejerciendo como periodista mientras sigue escribiendo poemas. En 1892 marcha a Europa, y en Madrid, como miembro de la delegación diplomática de Nicaragua en los actos conmemorativos del Descubrimiento de América, conoce a numerosas personalidades de las letras y la política españolas y en París entra en contacto con los ambientes bohemios de la ciudad.

Entre 1893 y 1896 reside en Buenos Aires, y allí publica dos libros cruciales en su obra: «Los raros» y «Prosas profanas y otros poemas», que supuso la consagración definitiva del Modernismo literario en español.

El periódico argentino «La Nación» le envía como corresponsal a España en 1896, y sus crónicas terminarían recopilándose en un libro, que apareció en 1901, titulado «España Contemporánea. Crónicas y retratos literarios».

En España, el autor despierta la admiración de un grupo de jóvenes poetas defensores del Modernismo como Juan Ramón Jiménez, Ramón María del Valle-Inclán y Jacinto Benavente. En 1902, en París, conoce a un joven poeta español, Antonio Machado, declarado admirador de su obra.

En 1903 es nombrado cónsul de Nicaragua en París. En 1905 se desplaza a España como miembro de una comisión nombrada por el gobierno nicaragüense, con el fin de resolver una disputa territorial con Honduras, y ese año publica el tercero de los libros capitales de su obra poética: «Cantos de vida y esperanza, los cisnes y otros poemas», editado por Juan Ramón Jiménez.

En 1906 participa, como secretario de la delegación nicaragüense, en la Tercera Conferencia Panamericana que tuvo lugar en Río de Janeiro. Poco después es nombrado ministro residente en Madrid del gobierno nicaragüense de José Santos Zelaya hasta febrero de 1909. Entre 1910 y 1913 pasa por varios países de América Latina y en estos años redacta su autobiografía, que aparece publicada en la revista «Caras y caretas» con el título «La vida de Rubén Darío escrita por él mismo», y la obra «Historia de mis libros», esencial para el conocimiento de su evolución literaria.

En 1914 se instala en Barcelona, donde publica su última obra poética de importancia, «Canto a la Argentina y otros poemas». Al estallar la Primera Guerra Mundial viaja a América y, tras una breve estancia en Guatemala, regresa definitivamente a León (Nicaragua), donde fallece.

Emily Dickinson

Emily Dickinson


BIORAFÍA


(Amherst, 1830 - id., 1886) Poetisa estadounidense cuya obra, por su especial sensibilidad, misterio y profundidad, ha sido celebrada como una de las más grandes de habla inglesa de todos los tiempos.

Su padre, miembro del Congreso y tesorero del Amherst College, fue un abogado culto y austero, según el estilo burgués de Nueva Inglaterra. Dickinson estudió en la Academia de Amherst y en el seminario Femenino de Mount Holyoke, en Massachussets, donde recibió una rígida educación calvinista que dejó huellas en su personalidad y a la que se enfrentaría con su carácter escéptico. A través de Benjamín F. Newton conoció muy temprano la obra de Ralph Waldo Emerson. También leyó a Henry David Thoreau, y a los novelistas Nathaniel Hawthorne y Harriet Beecher Stowe.

Muy pronto decidió aislarse del mundo, manteniendo contacto solamente con unas pocas amistades, como el escritor Samuel Boswell, con quien sostuvo una larga correspondencia. A los veintitrés años, Dickinson tenía conciencia de su propia vocación casi mística, y a los treinta su alejamiento del mundo era ya absoluto, casi monástico. Retirada en la casa paterna, se dedicaba a las ocupaciones domésticas y garabateaba en pedazos de papel (con frecuencia ocultados en los cajones) sus apuntes y versos que, después de su muerte, se revelaron como uno de los logros poéticos más notables de la América del siglo XIX. En su aislamiento sólo vistió de color blanco ("mi blanca elección", según sus propias palabras), rasgo que expresaba la ética y transparencia de su poesía. Uno de sus biógrafos escribió acerca de su naturaleza poética: "Era una especialista de la luz". Su escritura puede ser descrita como producto de la soledad, del retiro de cualquier tipo de vida social, incluida la relativa a la publicación de sus poemas. De ella dijo Jorge Luis Borges: "No hay, que yo sepa, una vida más apasionada y solitaria que la de esa mujer. Prefirió soñar el amor y acaso imaginarlo y tenerlo". Algunos de sus poemas reflejan la decepción que sufrió por un amor (dirigía cartas a un hombre al que llamaba "Master", del que no se conoce su verdadero nombre), y la ulterior sublimación y trasvase de ese amor a Dios. Sus primeros poemas fueron convencionales, según el estilo corriente de la poesía en esos momentos, pero ya a comienzos de 1860 escribió versos más experimentales, sobre todo en lo que respecta al lenguaje y a los elementos prosódicos. Su escritura se volvió melódica y a la vez precisa, despojada de palabras superfluas y exploradora de nuevos ritmos, unas veces lentos y otras veloces, según el momento y la intención y no como un patrón rígido, como era usual. Su poesía devino intelectual y meditativa, sin que esto supusiera una merma de su sensibilidad. Actualmente algunos especialistas subrayan esa complejidad intelectual, pues por lo general la crítica había jerarquizado su lirismo como un valor supremo, o su feminidad como categoría poética que la separaba de los demás autores norteamericanos. En su poesía pesan la extrañeza y la oscuridad como cualidades esenciales, y la sutilidad dialéctica entre las imágenes, las sensaciones y los conceptos. Influyó en poetas posteriores (como E. Bishop, A. Rich, W. Stevens y otros) por esa capacidad de crear un lenguaje a la vez metafísico y emotivo. Únicamente cinco de sus composiciones poéticas fueron publicadas, con carácter anónimo, durante la vida de la autora. Hasta pasados cuatro años de su muerte no se publicó su primer poemario; posteriormente, a lo largo de sucesivas ediciones, llegaron a rescatarse alrededor de 1.800 poemas. No fue hasta a partir de 1920 que Dickinson alcanzó su posición prominente en la historia de la literatura norteamericana. En este aspecto constituyó una fecha notable el año 1924, en el que su sobrina Martha Dickinson Bianchi publicó The Life and Letters of Emily Dickinson, texto al cual opuso Geneviève Taggard en 1930 The Life and Mind of Emily Dickinson. La poesía de Emily Dickinson La obra de Dickinson es copiosa y desigual; muchos textos son piezas fragmentarias, pero en los mejores poemas, todos breves, se revela una fuerza excepcional de expresión, una concisión que es la condensación del pensamiento o de la impresión en una "evocatividad" metafísica como sólo se encuentra en algunos de los mejores poetas de nuestro tiempo. A esto se une una forma nítida, segura, que logra los máximos efectos con medios muy simples, y un personalísimo ritmo desarrollado usualmente en poemas de ocho o doce versos, de ordinario dos cuartetos yámbicos o bien tres cuartetos con rima ABCB. Sus composiciones se agrupan en diversos apartados: "La vida" ["Life"], "La naturaleza" ["Nature"], "El amor" ["Love"], "El tiempo y la eternidad" ["Time and Eternity"], lo que da una idea de las líneas de su inspiración. La naturaleza, con sus desconcertantes leyes, encuentra en Emily Dickinson una comentarista aguda y serena que, como en el poema "Muerte y vida" ["Death and Life"], sabe expresar, en el consabido esquema de los dos cuartetos, uno de los más tormentosos problemas que turban la mente y el corazón del hombre: En apariencia sin sorpresa para la flor feliz, el hielo, jugando, la decapita valiéndose de su momentáneo poder. El rubio asesino prosigue, el sol avanza sin conmoverse a medir otro día, para un Dios que lo aprueba. En los poemas que tienen como tema el amor (todos ellos inspirados por la única e infeliz pasión de la poetisa) domina la nota personal, y la feminidad de Dickinson, casi siempre sofocada, halla aquí a veces un desahogo. Son, sin embargo, rarísimos los gritos de pasión; más a menudo Dickinson nota, con delicada sensibilidad, las pequeñas alegrías de un casto sentimiento correspondido o el sentimiento por lo que nunca podrá ser. No es, sin embargo, en este grupo donde se hallan sus logros mejores. El tiempo y la eternidad, descubriendo más vastos y menos personales horizontes interiores, le dan mayor libertad y felicidad de expresión. Así, en "Ha habido una muerte en la casa de enfrente" [There's been a Death in the opposite house"], hallamos la sobria y casi prosaica descripción de lo que, mirando por la ventana, se puede adivinar de la casa de enfrente por su aspecto externo: "Los vecinos se mueven dentro y fuera, el coche del doctor se va. Una ventana se abre mecánicamente, de golpe, de un modo súbito; alguien saca un colchón. Los niños pasan apretando el paso, se preguntan si Eso se muere allá arriba. Así hacia yo, de niña. El sacerdote entra tranquilo como si la casa fuese suya... y después la modista, y el hombre de la triste profesión, para tomar las medidas de la caja". Dickinson logra comunicar al lector el sentido trágico y conmovedor de la muerte humana, con sus pequeñas ceremonias siempre iguales, con sus exterioridades tan míseras, frente al misterio. Misterio al que Dickinson no tiene miedo: No he visto nunca una landa, nunca he visto el mar, y sin embargo, sé cómo está hecho el yermo, y sé lo que debe ser la ola. Nunca he hablado con Dios, nunca he visto el Cielo, y sin embargo, conozco el lugar como si tuviese un mapa de él. Los versos comprendidos en el apartado "Un solo sabueso" ["A single Hound"] se inspiran siempre en los mismos temas, pero tienen el semblante más vivo, menos cuidado. La variedad y la bizarría de los ritmos se enfrentan con una incierta y menos profunda actitud mental. Es difícil encuadrar a la Dickinson en una época o en una escuela. Toda su obra expresa un tormento sutil a través de una intensa castidad estilística, y la meditada exigüidad de los medios formales y literarios da lugar a logros reservados a artistas verdaderamente geniales que siguen conmoviendo la sensibilidad actual.

Rosario Castellanos Figueroa

 Rosario Castellanos Figueroa BIOGRAFÍA

Rosario Castellanos Figueroa nació el 25 de mayo de 1925, en el entonces Distrito Federal, por casualidad o tal vez por destino, pues sus padres se encontraban de paso en la capital. Por lo que, de inmediato, fue llevada a Comitán, Chiapas, tierra de Adriana Figueroa y César Castellanos, sus padres, quienes eran una pareja tradicional dedicada a la plantación de café y al ingenio azucarero. En esta tierra vivió toda su infancia y realizó sus estudios de primaria y dos años de secundaria para regresar a la capital a los dieciséis años. Posteriormente, ingresó a la Escuela Nacional de Jurisprudencia, hoy Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pero su vocación la llevó a cambiarse al poco tiempo a la carrera de Filosofía. Durante este tiempo de formación conoció a la poeta Dolores Castro, con quien forjaría una gran amistad y, a la postre, mostraría sus enormes dotes en la poesía. A los 18 años realizó sus primeras publicaciones en la Revista Antológica América, dirigida por Marco Antonio Millán y Efrén Hernández, destacados editores e impulsores de la cultura. Fue integrante del “Grupo de los Ocho poetas mexicanos”, junto a Dolores Castro, Javier Peñalosa, Alejandro Avilés, Octavio Novaro, Efrén Hernández, Honorato Ignacio y Roberto Cabral del Hoyo, con quienes publicó una antología poética. También, fue considerada como parte de la “Generación del 50”, que estuvo integrada por escritores como Jaime Sabines y Carlos Fuentes. Grupo del cual destacó por su profunda reflexión crítica sobre la mujer y la presencia indígena. Concluida la licenciatura, continuó sus estudios y obtuvo el grado de maestra en filosofía en la UNAM, con la tesis Sobre cultura femenina. En 1950, obtuvo una beca en el Instituto de Cultura Hispánica y realizó cursos de posgrado sobre estética y estilística en la Universidad de Madrid. Durante su estancia en el país ibérico publicó Presentación al templo, en 1951, influida por la mística de la obra de Santa Teresa y San Agustín. A su regreso a México, en 1952, fue directora del Instituto Chiapaneco de Ciencias y Artes de Chiapas, en Tuxtla Gutiérrez, donde, entre otras acciones, dirigió un grupo de teatro guiñol, tzeltal-tzoitzil, “Teatro Petul” para el que escribía guiones con temas de concientización a la comunidad como la alfabetización. De 1958 a 1961 redactó algunos textos escolares para el Instituto Nacional Indigenista de México. Esta labor pública pudo combinarla con la de escritora, gracias a que de 1954 a 1955 obtuvo la beca Rockefeller que le otorgara el Centro Mexicano de Escritores. En 1958 se casó con Ricardo Guerra, con quien procreó tres hijos, pero murieron los dos primeros. Gabriel, el tercero de sus hijos fue la inspiración y destinatario de muchos de los textos de la autora. De 1960 a 1966 se desempeñó como jefa de Información y Prensa en la máxima casa de estudios, durante el rectorado del Dr. Ignacio Chávez Sánchez. Otro aspecto fundamental en la vida de la escritora fue la docencia, labor a la que se dedicó con ahínco y responsabilidad. De 1962 a 1971 impartió las cátedras de literatura comparada, novela contemporánea y seminario de crónica en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Este destacado desempeño en la docencia cruzó fronteras, pues en los Estados Unidos fue maestra invitada por las Universidades de Wisconsin y Bloomington, durante los años de 1966 y 1967, y en Israel, en la Universidad Hebrea de Jerusalén, donde impartiría las clases de literatura iberoamericana. De su obra lírica es conocida la dedicación que la llevó a pulir sus escritos con rigor y esmero. Apuntes para una declaración de fe (1947) y Trayectoria del polvo (1948) son sus dos primeros libros y los que marcan la pauta del resto de su poesía. Siguieron a estos poemarios, De la vigilia estéril (1950) y El rescate del mundo (1952), Al pie de la letra (1959), y por supuesto Materia memorable (1969) y En la tierra de enmedio (1972). Estos últimos que contienen los que probablemente serán los poemas más conocidos de la escritora con piezas como Memorial de Tatelolco. Su vasta obra poética, compilada y publicada en 1972 con el título Poesía no eres tú, ha generado un sinnúmero de estudios acerca de su profundidad y significado. En cuanto a sus aportaciones en la prosa, referencia obligada es Balún Canán (1957), su primera novela y merecedora del Premio Chiapas, este texto revive su infancia comiteca y la cruda realidad de la época. Esta obra, junto con Ciudad Real (1960), colección de cuentos que le valió ganar el Premio Xavier Villaurrutia, y Oficio de tinieblas (1962), por la que fue galardonada con el Premio Sor Juana Inés de la Cruz, integran el Ciclo de Chiapas, obras cuyo tema central son los problemas y la multiculturalidad de esa entidad federativa. Posteriormente, publicaría Los convidados de agosto (1964) y Álbum de familia (1971), ambas con un mismo eje narrativo, las relaciones de dominación y sumisión a las que esta sujeta la mujer mexicana. Rosario Castellanos también destacó por su amplía producción de ensayos y sus aportaciones periodísticas. En este sentido, destacan textos como Mujer que sabe latín… (1973), lo que la ubica como una de las principales precursoras del feminismo en nuestro país. Colaboró con una enorme cantidad de textos sobre numerosos temas en el diario Excélsior de 1963 a 1974, los que fueron objeto de diversas compilaciones publicadas tras su muerte. Rosario Castellanos se divorció en 1971, poco después, el 15 de febrero del mismo año, fue nombrada Embajadora Extraordinaria y Plenipotenciaria de los Estados Unidos Mexicanos ante el Gobierno de Israel, en esa misma fecha pronunció un discurso que, a decir de Elena Poniatowska, podría ser el punto de partida del feminismo en México. Una semana después, el 22 de febrero de 1971, fue ratificada para esa representación por la H. Comisión Permanente del Congreso de la Unión, con lo que inició una destacada actividad diplomática, siendo su último cargo público. ´Rosario Castellanos Figueroa´ dedicó su vida a la creación literaria con pulcritud y dedicación absoluta, puso en el centro de la discusión el papel de la mujer en la sociedad y el multiculturalismo del país. Sus textos no han perdido vigencia; a pesar de su prematura muerte, ocurrida el 7 de agosto de 1974, la escritora dejó un legado imprescindible con su vida y con su obra.

Josefina Plá

Josefina Plá


BIOGRAFÍA


(María Josefina Plá; Fuerteventura, España, 1909 - Asunción, Paraguay, 1999) Escritora y artista paraguaya de origen español, considerada una de las principales representantes de la Generación del 40 y una de las precursoras del feminismo en el Paraguay. Su personalidad innovadora trajo la modernidad al arte y la literatura paraguayos del siglo XX y guió varias generaciones de escritores y artistas.
Muy joven viajó a Paraguay para casarse con el artista y miembro de la aristocracia de Asunción Julián de la Herrería (1888-1937), a quien había conocido en 1924 en Alicante, España. No fue muy bien recibida: la llamaron "gitana advenediza", y durante décadas fue marginada de los círculos sociales de la ciudad, provincianos y conservadores, que desaprobaban la forma en que se desenvolvía. Pero eso no le impidió una rica producción artística e intelectual.

En los inicios de su carrera se dedicó al periodismo; durante la guerra de Paraguay con Bolivia llegó a dirigir una revista para las trincheras. Poco antes se había iniciado en la poesía. Los críticos consideran que, junto al poeta H. Campos Cervera, Josefina Plá es la iniciadora de una nueva etapa en la historia de la literatura paraguaya. Aunque escritos bajo la influencia del modernismo de Rubén Darío (quien también había marcado la producción de su compatriota Manuel Ortiz Guerrero), los primeros poemas de Plá ya denotan una nueva estética que rebasa este movimiento para inscribirse en la contemporaneidad. Su poesía logró convocar a los escritores de la Generación del 40, sobre todo a aquellos que conformaban el grupo llamado Vyá raity. Sus versos son de gran poder sensual y evocador.

En plena guerra civil regresó a España y apoyó al bando republicano. La muerte de su marido supuso su ruina económica y fue necesaria la venta de una colección de sellos paraguayos para que pudiera pagarse el pasaje con rumbo nuevamente a Paraguay. Allí retomó su labor de periodista, escritora y directora teatral, a la vez que investigaba nuevos ámbitos artísticos, como el grabado y la cerámica.

Josefina Plá fue una autora prolífica: más de sesenta libros publicados, entre ellos varias investigaciones únicas en su género; cerca de treinta obras de teatro (inició el radioteatro), como la exitosa comedia Aquí no ha pasado nada (Premio Ateneo Paraguayo 1942); veinte poemarios, entre ellos el ya citado El premio de los sueños (1934), La raíz y la aurora (1960) y Rostros en el agua (1963); centenares de cuentos breves entre los que destaca La mano en la tierra (1963), su relato más conocido internacionalmente; así como ensayos sobre el bilingüismo, el teatro, las artes plásticas y la artesanía, o sobre los negros y los británicos en el Paraguay.
El conjunto de su producción le ha valido una unánime estimación y una posición prominente en las letras paraguayas del siglo XX, sólo comparable a la de su figura más internacional, Augusto Roa Bastos. Como artista plástica, creó grabados, murales y piezas de cerámica, en los que exploró motivos populares y técnicas indígenas. Fue una de las fundadoras del grupo de artistas Arte Nuevo y recibió varias distinciones, como la de doctora honoris causa de la Universidad Nacional. Antes de su muerte fue homenajeada en varias ocasiones por los círculos culturales y literarios del Paraguay y del exterior, en los cuales se le conocía como La dama de la cultura, por su gran labor en la formación de varias generaciones de artistas.

William Shakespeare

William Shakespeare
 


BIOGRAFÍA


William Shakespeare
(Stratford on Avon, Reino Unido, 1564 - id., 1616) Dramaturgo y poeta inglés. Solamente con sus versos hubiera ya pasado a la historia de la literatura; por su genio teatral, y especialmente por el impresionante retrato de la condición humana en sus grandes tragedias, Shakespeare es considerado el mejor dramaturgo de todos los tiempos.
Tercero de los ocho hijos de John Shakespeare, un acaudalado comerciante y político local, y Mary Arden, cuya familia había sufrido persecuciones religiosas derivadas de su confesión católica, poco o nada se sabe de la niñez y adolescencia de William Shakespeare. Parece probable que estudiara en la Grammar School de su localidad natal, si bien se desconoce cuántos años y en qué circunstancias. Según el dramaturgo Ben Jonson, coetáneo suyo, William Shakespeare aprendió «poco latín y menos griego», y en todo caso parece también probable que abandonara la escuela a temprana edad debido a las dificultades por las que atravesaba su padre, ya fueran éstas económicas o derivadas de su carrera política.

Sea como fuere, siempre se ha considerado a Shakespeare como una persona culta, pero no en exceso, y ello ha posibilitado el nacimiento de teorías según las cuales habría sido tan sólo el hombre de paja de alguien deseoso de permanecer en el anonimato literario. A ello ha contribuido también el hecho de que no se disponga en absoluto de escritos o cartas personales del autor, quien parece que sólo escribió, aparte de su producción poética, obras para la escena.

La andadura de Shakespeare como dramaturgo empezó tras su traslado a Londres, donde rápidamente adquirió fama y popularidad en su trabajo para la compañía Chaberlain's Men, más tarde conocida como King's Men, propietaria de dos teatros, The Globe y Blackfriars. También representó, con éxito, en la corte. Sus inicios fueron, sin embargo, humildes, y según las fuentes trabajó en los más variados oficios, si bien parece razonable suponer que estuvo desde el principio relacionado con el teatro, puesto que antes de consagrarse como autor se le conocía ya como actor.

Su estancia en la capital británica se fecha, aproximadamente, entre 1590 y 1613, año este último en que dejó de escribir y se retiró a su localidad natal, donde adquirió una casa conocida como New Place, mientras invertía en bienes inmuebles de Londres la fortuna que había conseguido amasar.

La obra de Shakespeare

La publicación, en 1593, de su poema Venus y Adonis, muy bien acogido en los ambientes literarios londinenses, fue uno de sus primeros éxitos. De su producción poética posterior cabe destacar La violación de Lucrecia (1594) y los Sonetos (1609), de temática amorosa y que por sí solos lo situarían entre los grandes de la poesía anglosajona.

Con todo, fue su actividad como dramaturgo lo que dio fama a Shakespeare en la época. Su obra, en total catorce comedias, diez tragedias y diez dramas históricos, es un exquisito compendio de los sentimientos, el dolor y las ambiciones del alma humana. Tras unas primeras tentativas, en las que se transparenta la influencia de Christopher Marlowe, antes de 1600 aparecieron la mayoría de sus «comedias alegres» y algunos de sus dramas basados en la historia de Inglaterra. Destaca sobre todo la fantasía y el sentido poético de las comedias de este período, como en El sueño de una noche de verano; el prodigioso dominio del autor en la versificación le permitía distinguir a los personajes por el modo de hablar, amén de dotar a su lenguaje de una naturalidad casi coloquial.
A partir de 1600, Shakespeare publica las grandes tragedias y las llamadas «comedias oscuras». Los grandes temas son tratados en las obras de este período con los acentos más ambiciosos, y sin embargo lo trágico surge siempre del detalle realista o del penetrante tratamiento psicológico del personaje, que induce al espectador a identificarse con él: así, Hamlet refleja la incapacidad de actuar ante el dilema moral entre venganza y perdón; Otelo, la crueldad gratuita de los celos; y Macbeth, la cruel tentación del poder. Afín a este grupo pese a su tema «romano» es Antonio y Cleopatra, plasmación de la pasión desenfrenada entre el general Marco Antonio y la reina egipcia Cleopatra.

En sus últimas obras, a partir de 1608, cambia de registro y entra en el género de la tragicomedia, a menudo con un final feliz en el que se entrevé la posibilidad de la reconciliación, como sucede en Pericles; esta nueva orientación culmina en su última pieza, La tempestad, con cuyo estreno en 1611 puso fin a su trayectoria. Quizá cansado y enfermo, dos años después se retiró a su casa de Stratford, donde fallecería 23 de abril de 1616 del antiguo calendario juliano, usado en aquel tiempo en Inglaterra. Otro gran genio de la historia de la literatura universal, Miguel de Cervantes, falleció en la misma fecha del actual calendario gregoriano, ya adoptado por entonces en España.

Shakespeare publicó en vida tan sólo dieciséis de las obras que se le atribuyen; por ello, algunas de ellas posiblemente se hubieran perdido de no publicarse (pocos años después de la muerte del poeta) el Folio, volumen recopilatorio que serviría de base para todas las ediciones posteriores.

Pedro Salinas

Pedro Salinas


BIOGRAFÍA


Pedro Salinas Serrano (Madrid, 27 de noviembre de 1891-Boston, 4 de diciembre de 1951). Escritor, filólogo, y profesor, como poeta forma parte de la Generación del 27.

Matriculado en Derecho, no concluye estos estudios, y dos años después inicia la carrera de Filosofía y Letras en la Universidad Central de Madrid, doctorándose en 1917 con una tesis sobre ilustraciones del «Quijote».

Con 20 años, interesado en la poesía, busca una libertad formal en el ritmo y rima que le haría destacar entre sus contemporáneos, publicando en la revista «Prometeo» sus primeros versos. En 1913, recién licenciado, es nombrado secretario de la Sección de Literatura del Ateneo de Madrid, y trabaja como lector de español en la Sorbona de París, hasta 1917, que vuelve a España tras ganar la cátedra de Literatura española en la Universidad de Sevilla. Estos años en París, recién casado con Margarita Bonmatí, le permitieron traducir los primeros volúmenes de «En busca del tiempo perdido» de Marcel Proust.

Vive en Sevilla hasta 1929, donde conoció a otro gran poeta de la Generación del 27, Luis Cernuda, y durante el curso académico 1922-1923, realizará un lectorado de español en Cambridge.

Publica su primer libro de poemas «Presagios» en 1924, y ya trasladado en Madrid, a finales de los años 20, trabaja en el Centro de Estudios Históricos junto a Ramón Menéndez Pidal. Desde 1933 fue director de la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo en Santander.

Durante la guerra civil española, es invitado por el Wellesley College (Boston), donde dio clases hasta 1939, para luego pasar a la John Hopkins University de Baltimore. Consiguió reunir a su familia que vivía en el exilio entre Argel y Francia y ya instalados en EE.UU., sigue con sus clases en Baltimore, excepto un periodo de 3 años, 1943 a 1946, dando clases en la Universidad de Río Piedras, de Puerto Rico, lugar donde está enterrado tras morir en Baltimore en 1951. Jaime Salinas Bonmatí, narra estas vivencias en su autobiografía «Travesías» que es un fiel reflejo de la vida del poeta en el exilio americano.

La obra de Pedro Salinas destaca, en general, por ser un intento de defender ls valores ideológicos más altos y desinteresados de la cultura europea anterior a la Segunda Guerra Mundial. Su honda humanidad nos lo presenta preocupado por descubrir en el lado oscuro de las cosas, aquello que las explica y nos ayuda, de paso, a encontrar nuestro propio camino.

Su obra poética está dividida tres etapas: inicial o de poesía pura, de plenitud o amorosa y del exilio:

Primera etapa: «Presagios» (1924), «Seguro azar» (1928) y «Fábula y signo» (1931) con influencias del nicaragüense Rubén Darío, los españoles Miguel Unamuno y Juan Ramón Jiménez entre otros y los movimientos vanguardistas de la época.

Segunda etapa: «La voz a ti debida» (1933), «Razón de amor» (1936), y «Largo lamento» (1939)

Tercera etapa: «El contemplado (1946)», «Todo más claro y otros poemas» (1949), y «Confianza», título póstumo y sugerido por su amigo Jorge Guillén de sus poemas recogidos durante 1942-1944 y 1955.

En prosa destacan los cuentos recogidos en «Víspera del gozo» (1926), la novela «La bomba increíble» (1950) y ensayos como «Literatura española. Siglo XX» (1941), «Jorge Manrique o tradición y originalidad» (1947) y «La poesía de Rubén Darío» (1948).

Su obra dramática está influenciada por el teatro de vanguardia en títulos como: «La estratoesfera», «La fuente del arcángel», y «Los santos». También destacan las obras breves: «La isla del tesoro», «El chantajista», «El parecido» y «La bella durmiente», «Sobre seguro» y «Caín o una gloria científica», y obras más extensas: «Judit y el tirano», y «El director».

Pedro Salinas también destaca como editor literario y por editar una versificación moderna del Poema del Cid. Su obra ha sido traducida a italiano, inglés, alemán, coreano, croata y francés. La Residencia de Estudiantes guarda una copia microfilmada del archivo de Pedro Salinas, aunque la mayoría de archivo personal se encuentra en la Houghton Library en Harvard, la Universidad de Johns Hopkins en Baltimore y la Sala Zenobia de la Universidad de Puerto Rico.

Jorge Luis Borges

Jorge Luis Borges


BIOGRAFÍA


Jorge Luis Borges Acevedo. (Buenos Aires, 24 de agosto de 1899 - Ginebra, Suiza, 14 de junio de 1986). Poeta, ensayista y escritor argentino.

Estudia en Ginebra e Inglaterra. Vive en España desde 1919 hasta su regreso a Argentina en 1921. Colabora en revistas literarias, francesas y españolas, donde publica ensayos y manifiestos.

De regreso a Argentina, participa con Macedonio Fernández en la fundación de las revistas Prisma y Prosa y firma el primer manifiesto ultraísta. En 1923 publica su primer libro de poemas, Fervor de Buenos Aires, y en 1935 Historia universal de la infamia, compuesto por una serie de relatos breves (formato que utilizará en publicaciones posteriores).

Durante los años treinta su fama crece en Argentina y publica diversas obras en colaboración con Bioy Casares, de entre las que cabe subrayar Antología de la literatura fantástica. Durante estos años su actividad literaria se amplía con la crítica literaria y la traducción de autores como Virginia Woolf, Henri Michaux o William Faulkner.

Es bibliotecario en Buenos Aires de 1937 a 1945, conferenciante y profesor de literatura inglesa en la Universidad de Buenos Aires, presidente de la Sociedad Argentina de Escritores, miembro de la Academia Argentina de las Letras y director de la Biblioteca Nacional de Argentina desde 1955 hasta 1974. En 1961 comparte con Samuel Beckett el Premio Formentor, otorgado por el Congreso Internacional de Editores. Desde 1964 publica indistintamente en verso y en prosa.

Borges utiliza un singular estilo literario, basado en la interpretación de conceptos como los de tiempo, espacio, destino o realidad. La simbología que utiliza remite a los autores que más le influencian -William Shakespeare, Thomas De Quincey, Rudyard Kipling o Joseph Conrad-, además de la Biblia, la Cábala judía, las primigenias literaturas europeas, la literatura clásica y la filosofía.

Publica libros de poesía como El otro, el mismo, Elogio de la sombra, El oro de los tigres, La rosa profunda, La moneda de hierro y cultiva la prosa en títulos como El informe de Brodie y El libro de arena. En estos años Borges también publica libros en los que se mezclan prosa y verso, libros que aúnan el teatro, la poesía y los cuentos; ejemplos de esta fusión son títulos como La cifra y Los conjurados.

La importancia de su obra se ve reconocida con el Premio Miguel de Cervantes en 1979.

Gabriela Mistral

Gabriela Mistral


BIOGRAFÍA


Gabriela Mistral (Vicuña, Chile, 7 de abril de 1889 - Nueva York, Estados Unidos, 10 de enero de 1957). Escritora y premio Nobel de Literatura en 1945.

Su verdadero nombre es Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, más conocida por su seudónimo Gabriela Mistral, utilizado por primera vez en el poema «Del pasado» publicado en diario «El Coquimbo» en 1908.

Trabaja de maestra y colabora en publicaciones literarias, apareciendo sus primeros escritos en 1904 en: «El Coquimbo», «Penumbras de La Serena» y «La Voz de Elqui de Vicuña».
Durante esta etapa empieza a escribir «Desolación» y colabora con la revista «Elegancias», que dirige Rubén Darío desde París. En 1914 obtiene el Premio Nacional de Poesía de Chile con «Sonetos de la muerte».

En 1922 se traslada a México para colaborar en los planes de reforma educativos de José Vasconcelos, político, pensador y escritor mexicano. En este país, en 1923 se publica «Lecturas para mujeres», y en Barcelona, la antología «Las mejores poesías». En 1924, invitada por el gobierno mexicano, viaja por Estados Unidos y Europa.

En 1925 es nombrada secretaria del Instituto de Cooperación Intelectual de la Sociedad de Naciones en Ginebra (Suiza) y asiste a distintos congresos por Suiza. En 1928 representa a Chile y Ecuador en el Congreso de la Federación Internacional Universitaria en Madrid, y trabaja en el Consejo Administrativo del Instituto Cinematográfico Educativo de la Liga de las Naciones, en Roma (Italia).

Durante la década de los 30, da clases en Estados Unidos en las escuelas Bernard College, Vassar College y en el Middlebury College. También viaja por Centroamérica y Las Antillas y colabora con las universidades de Puerto Rico, La Habana y Panamá. En 1933 es nombrada cónsul de Chile en Madrid, y en 1934 se la nombra hija adoptiva en Puerto Rico. Durante este periodo como embajadora, viaja por Lisboa, Guatemala, Francia, Brasil, Estados Unidos, México e Italia.

En 1938 aparece su libro de poesía «Tala» publicado en Buenos Aires, dedicado a los niños españoles víctimas de la Guerra Civil.

El 10 de diciembre de 1945 recibe el Nobel de Literatura, en 1950 el premio Serra de las Américas de la Academy of American Franciscan History de Washington y en 1951 el Premio Nacional de Literatura de Chile. En 1953 es nombrada cónsul en Nueva York y también delegada de la Asamblea General de Naciones Unidas.

Gabriela Mistral, una de las poetas más importantes del s. XX, maestra rural y educadora consiguió el galardón más importante de la literatura universal, fue doctor «honoris causa» por la Universidad de Guatemala, Mills College de Oakland (California), y por la Universidad de Chile, entre otras universidades. Su obra está traducida a más de 20 idiomas.

Salomé Ureña de Henríquez

Salomé Ureña de Henríquez


BIOGRAFÍA


(Santo Domingo, 1850 - 1897) Poetisa dominicana. Figura central del romanticismo dominicano y una de las mayores escritoras que ha dado el país, Salomé Ureña fue además la precursora de una nutrida serie de voces femeninas que, ya en el modernismo, hizo de Hispanoamérica una fértil «tierra de poetisas», con protagonistas tan insignes como la argentina Alfonsina Storni, las uruguayas Delmira Agustini y Juana de Ibarbourou o la premio Nobel chilena Gabriela Mistral, entre otras.
Hija de Nicolás Ureña de Mendoza y Gregoria Díaz de León, Salomé Ureña creció en el seno de una familia culta que propició su formación literaria. A los veinte años contrajo matrimonio con Francisco Henríquez y Carvajal, médico y político que llegaría a presidente de la nación; con él tuvo cuatro hijos: Francisco, Pedro, Max y Camila.

Autora de una brillante obra lírica que, en unión a la de José Joaquín Pérez y Gastón Fernando Deligne, constituye la producción de la denominada "trilogía de los poetas mayores" del romanticismo dominicano, dejó parte de su legado intelectual y artístico en la formación humanística que impartió a sus hijos, entre los cuales destacaron especialmente Max Henríquez Ureña y Pedro Henríquez Ureña, ambos reputados escritores y ensayistas.

En su faceta de escritora, Salomé Ureña desplegó una intensa actividad poética que, enmarcada en los modelos formales y estilísticos de la centuria anterior (sencillez y claridad expresivas, moldes estróficos clásicos y equilibrio propio de la literatura neoclásica), se adentró al mismo tiempo en los tonos románticos de su tiempo y se ocupó, desde sus contenidos temáticos, de los anhelos e inquietudes del hombre antillano de la segunda mitad del siglo XIX. Entre sus principales preocupaciones temáticas figura, en primer lugar, la reflexión ética acerca de la patria, a la que la autora profesa un desmesurado amor que queda plasmado en su consagración al trabajo y a la sabiduría como elementos indispensables para el progreso de su pueblo.

Precisamente, este interés por el progreso constituye el segundo gran núcleo temático de la obra de Ureña de Henríquez, encauzado en dos vertientes bien definidas: por un lado, la confianza ciega del hombre decimonónico en los métodos positivistas, que no sólo habrían de traer los avances técnicos y las mejoras en la calidad de vida, sino también un progreso ético y social que se traduciría en el derribo de las fórmulas políticas dictatoriales y el advenimiento de nuevos regímenes democráticos; y, por otro lado, la fe de la autora no sólo en los cambios del momento presente, sino en el rutilante porvenir que, en el caso de imponerse definitivamente éstos, le esperaba a su patria y, en general, a todas las naciones hermanas de habla hispana.

Junto a los temas del amor a la patria y la fe en el progreso moral y material de su nación, en la poesía de Salomé Ureña de Henríquez aparecen también constantes referencias a los pequeños aconteceres domésticos, transformados -merced a la exquisita sensibilidad de la autora- en elocuente material poético. Se configura así, en conjunto, una producción lírica de deslumbrante fuerza, claridad y vigor expresivo, que sorprende por su acento animoso y vitalista no sólo en aquellas composiciones centradas en la exaltación de la patria y la historia dominicana contemporánea, sino también en los poemas que, pese a su alcance más íntimo o doméstico, no dejan de llevar dentro ese anhelo de hallar una identidad nacional que contribuya a la definitiva consolidación del pueblo dominicano como una sola patria.

Este afán a la vez ético y artístico quedó patente también en las múltiples y fecundas actividades pedagógicas que llevó a cabo a lo largo de su vida. Discípula del gran escritor y educador puertorriqueño Eugenio María de Hostos, Salomé Ureña de Henríquez desplegó una infatigable labor pedagógica que se manifestó no sólo en su acceso a las cátedras más prestigiosas de la nación dominicana, sino también en sus constantes esfuerzos encaminados a fundar el mayor número posible de centros destinados a la formación superior de las mujeres de la isla antillana. Así, en 1887, asistió a la inauguración del Instituto de Señoritas, cuya fundación había promovido y del que seis años más tarde salieron las seis primeras maestras de República Dominicana.

Sus composiciones poéticas, dispersas en hojas volanderas entre amigos y conocidos, o en páginas de periódicos y revistas de la época, vieron la luz finalmente en un valioso volumen recopilatorio publicado bajo el título de Poesías de Salomé Ureña de Henríquez (1880). Ya bien entrado el siglo XX, el interés que seguían suscitando los versos de la poetisa dominicana aconsejó una edición de su obra lírica en España, publicada bajo el epígrafe genérico de Poesías (1920), libro al que siguieron otras ediciones tan ricas y exhaustivas como Poesías completas (1950), realizada en conmemoración del primer centenario del nacimiento de la autora. Abundan en su obra los poemas memorables: A mi hijo y Padre mío entre los de temática intimista; La gloria del progreso y La fe en el porvenir entre los de tema patriótico, con acentos en alguna ocasión pesimistas, como en Sombras; en la naturaleza y el paisaje natal se centran composiciones como La llegada del invierno, que mereció los elogios del erudito español Marcelino Menéndez Pelayo.

Alejandra Pizarnik

Alejandra Pizarnik


BIOGRAFÍA


Alejandra Pizarnik
(Buenos Aires, 1936 - id., 1972) Poetisa argentina. Su obra poética, que se inscribe en la corriente neosurrealista, manifiesta un espíritu de rebeldía que linda con el autoaniquilamiento. Entre sus títulos más destacados figuran La tierra más ajena (1955), Árbol de Diana (1962) y Extracción de la piedra de locura (1968).
Alejandra Pizarnik nació en el seno de una familia de inmigrantes rusos que perdió su apellido original, Pozharnik, al instalarse en Argentina. Después de cursar estudios de filosofía y periodismo, que no terminó, Pizarnik comenzó su formación artística de la mano del pintor surrealista Juan Batlle Planas. Entre 1960 y 1964 vivió en París, donde trabajó para la revista Cuadernos, realizó traducciones y críticas literarias y prosiguió su formación en la prestigiosa universidad de La Sorbona; formó parte asimismo del comité de colaboradores extranjeros de Les Lettres Nouvelles y de otras revistas europeas y latinoamericanas. Durante sus años en Francia comenzó su amistad con el escritor Julio Cortázar y con el poeta mexicano Octavio Paz, que escribió el prólogo de su libro de poemas Árbol de Diana (1962).

De regreso a Argentina publicó algunas de sus obras más destacadas; su valía se vio reconocida con la concesión de las prestigiosas becas Guggenheim (1969) y Fullbright (1971), que sin embargo no llegó a completar. Los últimos años de su vida estuvieron marcados por serias crisis depresivas que la llevaron a intentar suicidarse en varias ocasiones. Pasó sus últimos meses internada en un centro psiquiátrico bonaerense; el 25 de septiembre de 1972, en el transcurso de un fin de semana de permiso que pasó en su casa, terminó con su vida con una sobredosis de seconal sódico. Tenía 36 años.

Había publicado sus primeros libros en los cincuenta, pero sólo a partir de Árbol de Diana (1962), Los trabajos y las noches (1965) y Extracción de la piedra de la locura (1968), encontró Alejandra Pizarnik su tono más personal, tributario al mismo tiempo del automatismo surrealista y de la voluntad de exactitud racional. En esa tensión se mueven estos poemas deliberadamente carentes de énfasis y muchas veces hasta carentes de forma, como anotaciones alusivas y herméticas de un diario personal. Su poesía, siempre intensa, a veces lúdica y a veces visionaria, se caracterizó por la libertad y la autonomía creativa.

Su obra lírica comprende siete poemarios: La tierra más ajena (1955), La última inocencia (1956), Las aventuras perdidas (1958), Árbol de Diana (1962), Los trabajos y las noches (1965), Extracción de la piedra de locura (1968) y El infierno musical (1971). Después de su muerte se prepararon distintas ediciones de sus obras, entre las que destaca Textos de sombra y últimos poemas (1982), que incluye la obra teatral Los poseídos entre lilas y la novela La bucanera de Pernambuco o Hilda la polígrafa. También póstumamente fue reeditado el conjunto de sus textos en el volumen Obras completas (1994); sus cartas quedaron recogidas en Correspondencia (1998).

Alfonsina Storni

Alfonsina Storni


BIOGRAFÍA


(Capriasca, Suiza, 1892 - Mar del Plata, Argentina, 1938) Poetisa argentina de origen suizo. Alfonsina Storni pasó a ocupar un lugar destacado en el panorama literario hispanoamericano por la fuerza con que aparece en sus versos la afirmación de una mirada femenina sobre el mundo. Junto a la chilena Gabriela Mistral y la uruguaya Juana de Ibarbourou, contemporáneas suyas, conformó la primera avanzadilla en la lucha de las mujeres por ocupar lugares de reconocimiento en los espacios de la literatura de América.
A los cuatro años se trasladó con sus padres a Argentina, y residió en Santa Fe, Rosario y Buenos Aires. Se graduó como maestra, ejerció en la ciudad de Rosario y allí publicó poemas en las revistas Mundo Rosarino y Monos y Monadas. Se trasladó luego a Buenos Aires y fue docente en el Teatro Infantil Lavardén y en la Escuela Normal de Lenguas Vivas.

En 1917 fue nombrada maestra directora del internado de Marcos Paz. Por esa época comenzó Alfonsina Storni a frecuentar los círculos literarios y dictó conferencias en Buenos Aires y Montevideo; colaboró en las publicaciones Caras y Caretas, Nosotros, Atlántida, La Nota y en el periódico La Nación. Compartió además la vida artística y cultural del grupo Anaconda con Horacio Quiroga y Enrique Amorín y obtuvo varios premios literarios.

En la década de 1930 viajó a Europa y participó de las reuniones del grupo Signos, donde asistían figuras importantes de las letras como Federico García Lorca y Ramón Gómez de la Serna. En 1938 participó en el homenaje que la Universidad de Montevideo brindó a las tres grandes poetisas de América: Gabriela Mistral, Juana de Ibarbourou y ella misma. Víctima de una enfermedad terminal, el 25 de octubre de ese mismo año decidió suicidarse en Mar del Plata.

Madre soltera, hecho que no era aceptable en su época, Alfonsina Storni fue sin embargo la primera mujer reconocida entre los mayores escritores de aquel tiempo. Su trayectoria literaria evolucionó desde el romanticismo hacia el intimismo sintomático del modernismo crepuscular para desembocar en la vanguardia. El rasgo más característico de su producción fue un feminismo combativo en la línea que se observa en el poema Tú me quieres blanca, el cual se halla motivado por las relaciones problemáticas con el hombre, decisivas en la vida de la poetisa.

La obra poética de Alfonsina Storni se divide en dos etapas: a la primera, caracterizada por la influencia de los románticos y modernistas, corresponden La inquietud del rosal (1916), El dulce daño (1918), Irremediablemente (1919), Languidez (1920) y Ocre (1920). La segunda etapa, caracterizada por una visión oscura, irónica y angustiosa, se manifiesta en Mundo de siete pozos (1934) y Mascarilla y trébol (1938).

Storni hizo también incursiones en la dramaturgia: en 1927 estrenó en el Teatro Cervantes El amo del mundo, y en 1931 aparecieron Dos farsas pirotécnicas, que incluían Cimbellina en 1900 y pico y Polixena y la cocinerita. En 1950 se editó Teatro infantil, pero varias de sus obras para niños permanecen inéditas. En 1936 colaboró en el IV Centenario de la fundación de Buenos Aires con el ensayo Desovillando la raíz porteña.

Jorge Debravo

Jorge Debravo


BIOGRAFÍA


Jorge Debravo. Poeta costarricense considerado uno de los poetas más leídos y la figura más relevante de la poesía nacional, no sólo por la sencillez de su verso, sino también por el intenso humanismo del contenido. Su poesía fue usada en la música del rockero José Capmany el cual también murió en un accidente automovilístico. Declarado Beneméritos de las Letras Patria.
Nació en Guayabo, Turrialba, Costa Rica, el 31 de enero de 1938, bajo el nombre de Jorge Delio Bravo Brenes. Sus padres fueron Joaquín Bravo Ramírez y Cristina Brenes, campesinos pobres. Ese mismo día del nacimiento de Jorge Debravo, fue decretado en Costa Rica como el Día Nacional de la Poesía. Es uno de los poetas más leídos y la figura más relevante de la poesía nacional, no sólo por la sencillez de su verso, sino también por el intenso humanismo del contenido, que va desde la exaltación del amor sexual hasta esa obsesión tan suya del amor y la justicia para el prójimo. Declarado Beneméritos de las Letras Patria.

Estudios realizados

En Guayabo no había escuela y la más cercana, en Santa Cruz, estaba a cuatro horas de camino. En la escuela de Santa Cruz la maestra, doña Teresa de Albán, se movió y le consiguió una beca de la junta de educación para que fuera a terminar la primaria a Turrialba. Con 14 años entró en quinto grado; duró un mes y lo pasaron a sexto. Cursó la segunda enseñanza en el Instituto Clodomiro Picado.

Trayectoria laboral

Circunstancias económicas lo obligaron a dejar los estudios y buscar trabajo en la Caja Costarricense del Seguro Social (C.C.S.S.), a los 17 años. Es por ese período que comienza a publicar en el periódico El Turrialbeño en compañía de varios jóvenes de su tierra (entre los que se contaba Laureano Albán y Marco Aguilar).

Al año siguiente lo pasaron para Heredia, siempre en la Caja Costarricense del Seguro Social (C.C.S.S.). Ese oficio de inspector le permitió conocer de cerca muchas miserias. En Naranjo un eminente político tenía un beneficio con más de 200 trabajadoras, pero se negaba a pagarles un seguro. [1] Además por miedo no le querían decir su nombre a Jorge. Vivían muy temerosas de que las despidieran. Él logró ganarse la confianza de una, que le dio todos los nombres. Y así logró asegurarlas a todas.

Ese año sus méritos como trabajador le permitieron ascender al puesto de inspector de la C.C.S.S., dicho puesto requirió que se mudara con su familia a San Isidro de El General, primeramente, después fue transladadó al Valle Central (Heredia y San José), donde fundó el Círculo de Poetas Costarricenses.

Todas estas actividades literarias vinieron a refrescar la literatura costarricense, dando paso a lo que algunos llaman Período de Vanguardia Literaria. En 1965 termina, por fin, sus estudios de secundaria. Estudió periodismo por correspondencia y otros estudios de manera autodidacta. Leía constantemente sus libros favoritos de autores como Pablo Neruda, César Vallejo, Amado Nervo, Miguel Hernández, Bécquer y Whitman.

Hay una escuela en Hatillo 8 (en San José, Costa Rica) que lleva su nombre Centro Educativo Jorge De Bravo. Existe también un instituto educativo en Turrialba con su nombre: Centro Educativo Jorge Debravo, el cual cuenta con niveles de Maternal, Preescolar, Primaria y Secundaria. Su poesía fue usada en la música del rockero José Capmany el cual también murió en un accidente automovilístico. Es por esto y por los trabajos que sufrió desde niño que su poesía está empapada de tanto humanismo, de ese amor al prójimo que convierte en Ley suprema para seguir adelante, para acabar con el hambre y la miseria.

Vida matrimonial

Tenía 21 años (1959) cuando contrajo matrimonio con Margarita Salazar y en 1960 tuvieron una hijita, Lucrecia, y al año siguiente Raimundo. Ese mismo año fundó el Círculo de Poetas Turrialbeños.

Muerte

Murió el 4 de agosto de 1967 cuando acababa de matricularse en la Universidad. Recién había comprado una moto para movilizarse por asuntos de su trabajo y un conductor ebrio lo atropelló cegando así la vida del poeta de Costa Rica.

Obra literaria

Milagro abierto, 1959.
Vórtices (póstumo), 1959.
Bestiecillas plásticas, 1960.
Consejos para Cristo al comenzar el año, 1960.
Madrigalejos y madrigaloides (inédito), 1960.
Romancero amargo (Inédito), 1960.
Nueve poemas a un pobre amor muy humano (inédito), 1960.
Algunas Muertes y otras cosas recogidas en la tierra (inédito), 1961
El grito más humano (inédito), 1961
Devocionario del amor sexual, 1963
Letras en tinta negra (inédito), 1963
Poemas de amor para leerlos en la noche (inédito), 1963
Aquí también se sufre (inédito), 1964
Poemas terrenales, 1964
Digo, 1965
Nosotros los hombres, 1966
Canciones cotidianas (póstumo), 1967
El canto absurdo (inédito), 1965
Tierra nuestra (inédito), 1965
Canciones de amor y pan, (inédito), 1965
Los nuevos ojos (inédito) 1966-1967
Los despiertos (póstumo), 1972
Guerrilleros (póstumo), 1987

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Comentarios

  • Muchas felicitaciones Sr. Don Guss, buen trabajo. Gracias.
  • Maravillosa información para los prestigiosos miembros de la Academia Mundial de Literatura Moderna Costarricense.
    Gracias a mi manager editor Guss Quiróz
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